martes, 3 de abril de 2012

El miedo de la victoria


2 de marzo, Santa Eugenia(Bellver de Cerdanya) 1:50 horas

Escribo desde una hípica en un pueblo de la Cerdanya zona límitrofe con nuestro objetivo, me encuenro a 21 kilometros de Francia.

Hoy, esta madrugada, no solo me encuentro a cientos de kilometros de la salida me siento como si hubiese entrado en otro mundo, en otra rutina, en otra dimensión a la que solo se puede llegar tras un viaje de 60 días alejandote de casa, a 1.300 kilometros, a 13 millones de metros a 52 millones de pasos.




Hemos vivido momentos en los que hemos llorado de alegría, hemos gritado de felicidad, hemos reído a causa del frío y el viento helado le ha arrancado tantas lagrimas a nuestros ojos como el calor y el sol a nuestra piel. Hemos despertado en tantos sitios diferentes que nunca sabíamos donde estabamos hasta pasados unos instantes y ha habido momentos en los que estabamos tan perdidos que ni nos importaba. Hemos dormido en sitios en los que ni siquiera nos sentaríamos y hemos visto lugares que ni en el más bello de los sueños seríamos capaces de encontrar.

He titulado a esta entrada de la bitacora como "el miedo de la victoria" así llamo yo a ese que siente el invicto campeón antes de enfrentarse a sus aspirantes, el que tiene el maestro ante ser superado por su aprendiz, el que en secreto siente un padre antes de ser mejorado en algo por su hijo o el hermano mayor por los pequeños, ese miedo de los primeros meses de amor en los que te asusta el simple hecho de preguntarte si la otra persona siente tanto como tú. Ese miedo de cuando esta todo hecho, casi conseguido, pero en el cual se siente que algo puede fallar, ese miedo a tener un sueño en la mano y que al cerrarla se desvanezca.


Siento eso porque quedan 21 kilometros hasta nuestro objetivo, hasta llegar a Francia. Los cuatro; Ruben, Padan, Viento y yo estamos bien, más fuertes de cabeza que de cuerpo, la verdad. Una vez leí que en la vida es más importante sentirse fuerte que ser fuerte y he de decir que es una gran verdad. Al menos en el caso de nuestra pequeña manada pues he de decir que generalizar nunca es bueno ni sabio, y esto me hace pensar en lo bien que nos ha tratado la gente de Cataluña. Nos habían avisado que por estas tierras la gente es diferente más seca más cerrada,pues bien hemos de decir que nos han abierto puertas y ventanas, tendido manos, palabras de animo y dado el apoyo que en estas últimas y muy díficiles semanas necesitabamos. He de decir que independientemente de independentismos, de nacionalistas, de banderas, de política y demás estupideces aquí me he sentido, me han hecho sentir y me siento en mi tierra pues así me han tratado.


En Ossera Raul y Mercé, queseros galardonados que abandonaron sus estresantes vidas en Barcelona por la tranquilidad de un pequeño pueblo de montaña, nos acogieron como a hijos tras bajar de unas montañas del Pirineo heladas y nevadas: recorríamos desde Basella, pasando por Oliana y despues l´Alzina unas montañas con rediles de cabras que custodiaban una preciosa raza de perros los "Montaña Pirineo" y que cuidan a los caprinos como lo que son para ellos, su familia, y es que desde cachorros se crían con las cabras y cuando crecen los defienden y pastorean. Tras este bello encuentro nos metimos en el corazón de la montaña, más todavía, mientras la metíamos en el nuestro y la nieve nos acompañó durante horas en las que nuestras bocas se abrieron y los abrigos se cerraron para atravesar esta alfombra colocada en un inclinado pasillo en la que se nos hundían botas y cascos y que nos llevó hasta Ossera un bello y diminuto pueblo formado solo por artesanos.

Trás ese día partimos hacia La Seu D´Urgell, recorriendo 42 kilómetros que nos condujeron hasta Javier y Cecilia quienes nos acogieron y cuidaron a nosotros y nuestros caballos. Allí hicimos amigos, dormimos, comimos y bebimos fué un gran día de descanso, tras 9 sin parar con la ruta.  Nos hizo mucho bien y en el cual que disfrutamos de la compañía de gente encantadora, jinetes casi todos ellos que al día siguiente no dudaron en acompañarnos, guiarnos y compartir un trozo de esta aventura, lo que les agradecemos de corazón. Esa noche nos paramos en una aldea de tres habitantes llamada Cava, pues los caballos necesitaban descanso y dormirnos en los sacos de dormir, sin la tienda, rodeados de montañas nevadas y el inmenso monte Cadí iluminando con sus blancas caras nuestro campamento y con un cielo estrellado como techo. De por si ya era la noche más bella del viaje pero aún lo fué más cuando a las 4 de la mañana me despierto y Ruben junto a mi me dice "mira a tu lado" y veo bañado por la luz azul de la luna a un precioso animal blanco de unos 350 kilos, largas patas y melena blanca con unos ojos oscuros echado a mi lado dormitando se llama Viento y es mi caballo.

Puedo decir muchas cosas de este viaje de esta aventura, de la suerte de conocer a tanta gente, de recorrer tantas calles y sentirme extranjero en tantos pueblos, de decir adios tantas veces que ha dejado de tener significado y de presentarme tantas otras que ni siento lo que digo, hemos sido huellas en los caminos, ecos en los barrancos, siluetas en los bosques, anécdotas en bares, historias en plazas, invitados en casas, fotos andantes y fotografos ambulantes, entrevistadores y entrevistados, preguntas y respuestas, extraños y conocidos hemos sido desconfianza en algunas miradas, envidias en algunos ojos y sonrisas en algunos rostros, hemos contado trozos de nuestro viaje y hemos escuchado la vida de los otros, hemos sido grabados y leídos, seremos historias que se olvidan, fotos que se pierden, y recuerdos que se emborronan pero hemos escrito una historia única e inmortal: la nuestra.

Podría contaros mil y una anécdotas, podría deciros mi espectacular experiencia de mi primer gran viaje a caballo(el más largo que había hecho hasta ahora duró dos días) y como es pasar de no haber montado nunca a montar a pelo con una mano,podría describiros paisajes que creeríais que me he inventado o hablaros de gente y de vidas por las que sentir orgullo, alegría y pena y en ocasiones todo junto. Pero no lo haré....

Voy a hablaros de los que han hecho que este viaje haya sido un sueño, un sueño muy duro. Uno de esos sueños de los que te despiertas feliz y en paz, aquellos de los que despues de haber abierto los ojos ,dudas pensativo, con media sonrisa y la mirada perdida si ha sido un sueño, o si realmente ha ocurrido, aquellos sueños que te producen melancolía yo prefiero pensar que quizás lo mejor este por llegar....

Empiezo por el que siempre va delante, el que no se frena llueva, truene, haya nieve o un sol de justicia aquel que con su enorme fuerza y nobleza nos ha llevado a todos como vagones enganchados a una locomotora, una maqúina llamada Padan, un caballo pura raza arabe de 16 años entero con unos músculos que parecen los cables de acero que sujetan un puente. Padan ha cuidado de todos y no ha dado ni un problema. Sabía cuando debía trabajar, cuando comer, cuando dormitar y cuando dejar claro a todos los caballos que nos han ido acompañando quien es el que manda. Podría escribir sobre Padan y no acabar pero os digo como es solo con una pequeña anécdota: se trata de un semental un caballo entero con todo el caracter que ello implica ningún caballo ni yegua se puede acercar a su agua o su comida y menos aún a su grupa(yo me he llevado una coz suya por mi valiente imprudencia crónica). Pues bien él estaba hambriento había perdido mucho peso y tras una etapa de 44 kilometros estaba comiendo y Viento, al que cuida como un hermano pequeño, tras devorar su propio pienso fué al cubo de Padan y este se lo cedió y se conformó con el pasto del suelo, solo pude tras ver eso ir a darle un abrazo a este caballo tan increíble.

De Viento solo puedo decir que es puro corazón que como bien dijo Ruben esta pasada semana es tan noble y fuerte que va a llegar a Francia solamente por puro corazón. Ha perdido mucho peso y si no fuese porque llegamos mañana y ya descansa nos pararíamos con él 10 días seguidos para que cogiera la fuerza suficiente para seguir con el viaje. Me ha llevado cuando yo estuve enfermo a un sitio para mi descanso y eso solo puedo agradecerselo tirando de él estos últimos días de viaje ahora que su inmensa fuerza flaquea. Él es mi caballo tanto como yo su hombre, nos hemos elegido. Es mi sombra, mi amigo, mi alegría, a veces mi enfado, mis buenos días y mis buenas 4 de la mañana, mi montura, mi conexión total con la naturaleza, la otra mitad(o tres cuartos) del centauro que soy, es bello, es noble, es fuerte, es mis canciones favoritas con montañas de fondo, es la forma más bella de cruzar un río, es paz, es libertad es fresco, es potencia, es un galope salvaje en un camino vacío, es un amigo silencioso que jamás se queja y siempre lucha, es aire y sol en la piel es el Viento....Hemos pasado 60 días juntos 24 horas de 24 casi siempre en contacto o encima o el uno al lado del otro, hemos comido de la misma fruta(incluso me ha quitado un bocadillo de lomo de la mano), hemos pasado por toda clase de lugares juntos, hemos sangrado y sentido miedo juntos, hemos pasado hambre y sed, hemos estado a punto de no salir de algún barranco y hemos salido como heroes de algún pueblo, hemos discutido, hemos aprendido(yo a montar con él y el a andar conmigo) y nos hemos hecho hermanos. Hablamos mucho y nos callamos más(sobre todo él) estoy deseando darle el descanso que tanto se ha merecido y se merece y hacer muchos más viajes juntos, aunque eso tendremos que hablarlo cuando los dos nos recuperemos.

¿Qué no puedo decir del señor Gama Velasco? es un verdadero amigo, es más que un amigo, ha sido mi familia en mi verdadera casa(el viaje, el camino), es mi socio, es el mejor compañero que podría tener de trabajo, es lo más parecido a un hermano mayor que nunca he tenido y a la vez un hermano pequeño, es generoso, es valiente y aunque no es nada enano "siempre esta de buen huumooor", ha sido para mi miles de conversaciones, miles de anécdotas, palabras de ánimo, risas, horas y horas de grabación, el hombre del mapa, un incasable caminante, un excelente jinete, un ingenioso hidalgo, un español conquistador, hemos compartido hasta la última migaja de pan, cientos de horas de ruta, nos hemos perdido juntos, hemos pasado los momentos más duros y los más felices. Es humilde sin falsa humildad y genial sin ningún mal genio. Es el corazón de este proyecto el me inspiró para que esta aventura naciera como lo que será una historia contada y vivida un documental a él le debo mucho y junto haremos tanto. Recuerdo que cuando lo conocí hicimos un viaje reportajeado de 3 días el a caballo y yo en bici no nos conocíamos pero en tres días nos hicimos amigos de verdad y al final del reportaje mientras el camara filmaba le pregunté: "Ruben cuentame ¿cómo has vivido este viaje?" su respuesta fué "Muy bien ha sido muy bonito....estoy seguro que será el primero de muchos" de esto hace tres años ahora juntos hemos formado la productora audiovisual "Memento Mori" ¿qué más puedo decir de él? pues solo que además es un profeta..

Por cierto el nombre de nuestra productora me parece perfecto para cerrar esta entrada, es una frase latina(Memento Mori) que quiere decir "recuerda que morirás" y que yo la interpreto como que recordemos nuestra condición de mortales y que todo aquello que soñemos y no hagamos se perderá para siempre, no dejemos nunca que eso ocurra. Esperamos que cuando veais esta historia este documental os llegue al corazón nosotros nos lo hemos dejado en este viaje este camino...

Manu Reyes López-Guevara

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